¿Cómo hablar del divorcio con nuestros hijos?

Las relaciones de pareja por diferentes motivos a veces llegan a su fin. Cuando no hay hijos en común, en general, la separación o divorcio es más “fácil”, pero cuando hay hijos de por medio a muchos padres les genera una preocupación extra: ¿cómo hablo del divorcio con nuestros hijos?

A los padres les genera estrés, ansiedad, inseguridad, dudas y/o miedo a hablar de separación o divorcio con los/las hijos/as. Es normal que surjan estas emociones y estas dudas ante algo que sabemos que va a cambiar la vida familiar, pero recomiendo hacerlo ajustándonos a cada niño/a según edad y carácter. Hacerlo desde el amor y la comprensión, ayudando así a la mejor adaptación al cambio.

¿Qué debemos tener en cuenta antes de hablar con los hijos/as sobre el divorcio?

Es importante destacar que el mero hecho de que los padres se divorcien no supone un riesgo para la salud mental de los/as niños/as, sino que el riesgo está cuando hay:

– Presencia discusiones constantes en presencia del menor
Hostilidad
Falta de comunicación en el hogar
Desacuerdos entre los progenitores sobre la educación y otros temas que afectan a los/as hijos/as.
– Conflicto parental

10 pautas a seguir para hablar del divorcio:

– Solo informar cuando la decisión ya está firmemente tomada para así transmitir el convencimiento de la decisión y la estabilidad de la misma.

– La comunicación del divorcio/separación es mejor que la den los dos padres, en un espacio seguro y conocido por el/la hijo/a.

– La decisión se debe presentar como conjunta de los dos padres, es decir, los dos padres están de acuerdo.

– Los progenitores se deben poner de acuerdo sobre cómo lo dirán y sobre qué pautas y rutinas seguirán a partir de ahora.

– Mejor no dar motivos de fondo del conflicto ni culpar, victimizar o dramatizar.

Nunca usar excusas para esconder la realidad y no asumir el divorcio delante del/la menor, por ejemplo: no decir “papá no está porque se ha ido de viaje de trabajo” o “a mamá la vemos menos porque trabaja mucho”.

– Para ayudar a la fácil adaptación a las rutinas es importante explicar cuándo y con quién estará, un calendario puede ser una herramienta útil y visual. En niños/as más pequeños/as de 6 años se pueden añadir imágenes o fotos en el calendario para facilitar la comprensión, a partir de los 6 años el calendario puede ser en colores o con anotaciones.

– Decirles dónde van a vivir con cada uno de los progenitores: municipio, cómo es la casa, si convivirán con alguien más, etc.

– Recordarles que sus padres le van a querer y cuidar siempre.

– Importante favorecer la expresión emocional, preguntar si tienen dudas y resolverlas.

En definitiva, se trata de comunicarlo con naturalidad, serenidad y ayudando a una mejor gestión de la
situación.

Patricia Soler

Colegiada nº 28.119

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