¿Cuándo acudir al psicólogo?
¿Necesito terapia?. Vivimos en la era digital y esto implica que tenemos a nuestro alcance toda la información que queramos buscar al respecto de cualquier tema. La publicidad y las redes sociales nos bombardean constantemente con información sobre nuestros temas de interés. Esto, que es un recurso muy positivo en muchos sentidos también es un arma de doble filo, y es que tenemos mucha información, en ocaciones cierta y en otras ocasiones no tanto, que en muchos casos no sabemos bien como filtrar, gestionar o que hacer con ello.
En el caso de los ámbitos relacionados con la psicología, igual como en muchos otros, es algo muy común. Búscamos en internet síntomas, tips y recursos y muy a menudo intentamos aplicarlos como si todo valiera para todo el mundo. El problema es que en la mayoría de casos esto no suele funcionarnos o solo nos sirve a modo de parche.
Sumado a ello no podemos olvidar el gran tabú que rodea la psicología. ¿Alguna vez has escuchado frases como… “no creo en los psicólogos”, “ya me desahogo con mis amigas” o alguna similar?
Esto suele provenir del desconocimiento. Y es que un psicólogo no es un amigo, no es un curandero y no es alguien que lee la mente o te dice lo que has de hacer, aunque a menudo pensemos que sí.
Un psicólogo es un profesional que ha recibido formación para poder estudiar y trabajar sobre la conducta humana, los procesos de aprendizaje, desarrollo, pensamiento, emociones y comportamientos; tanto cuando estos son normales como cuando hay algún trastorno o dificultad.
¿Por qué necesito terapia?, ¿En qué me puede ayudar?
Podemos trabajar sobre muchisimas áreas dependiendo de lo que cada persona necesite o quiera conseguir. En cualquier caso, un aspecto importante que siempre me gusta resaltar es que no hace falta estar mal para querer estar mejor. Del mismo modo que uno no necesita tener problemas de sobrepeso o salud para ir rutinariamente a practicar deporte, con nuestro bienestar psicológico ocurre lo mismo.
Algunos momentos en que puedes necesitar ir a terapia son:
- Me siento mal o quiero sentirme mejor conmigo mismo.
- Tengo ansiedad o noto cambios en mi estado de ánimo que no acabo de entender o gestionar. – Quiero desarrollarme personal o profesionalmente.
- Soy o voy a ser madre/padre y quiero mejorar mi vinculación con los hijos y crianza.
- Estoy pasando por una etapa de cambio drástico en mi vida.
- Necesito mejorar mis relaciones sociales.
- Tengo dificultades en mi relación de pareja.
- Quiero mejorar mi relación con la comida.
- Tengo adicción a drogas / tecnologías / juego (o cualquier cosa) y quiero superarla.
- No me siento realizado, me siento apático y/o perdido.
- Voy a empezar un proceso de reproducción asistida.