La vuelta a la rutina puede resultar dificil después de unas vacaciones llenas de diversión, ocio, salidas, menos estrés y responsabilidades. Habrá cambios importantes como menos tiempo para nuestros hobbies, el despertador, las obligaciones laborales, hijos y hogar. Es posible que haya dificultad en el sueño, irritabilidad o una sensación de desanimo.
Ideas para afrontar mejor la vuelta a la vida rutinaria después de las vacaciones:
- No dejes todo para el último momento: mejor que prepares la vuelta antes de que queden pocos días para empezar. Haz una lista de todo aquello que necesitas antes de empezar. Te será muy útil sobre todo si tienes hijos.
- Prepara el “cuerpo”: ves a dormir más pronto y adapta horarios días antes de empezar.
No empieces de golpe (si puedes) con las obligaciones: no nos pidamos el máximo desde el principio y empecemos poco a poco.
No olvides añadir a tu nuevo horario de rutinas espacio para el ocio: es importante buscar tiempo para nosotros de diversión o calma. Un ejemplo seria hacer deporte, apuntarte a clases de manualidades, de yoga… lo que más te guste.
Acepta que habrá una fase de adaptación: en toda fase de adaptación suelen aflorar emociones desagradables que hay que aceptar.
Cuida tu alimentación: evita comidas copiosas, con mucha grasa o azúcar… sólo hará que te sientas más cansado. Procura beber mucha agua.
Pero, ¿y cuándo todo esto no funciona?
En ocasiones, a la vuelta a la rutina se le pueden añadir otros problemas, como mal ambiente laboral, problemas con compañeros, etc. En este caso quizás hay que replantearse si nuestro estado de desanimo o irritabilidad es por adaptación o es porque realmente no estamos a gusto con nuestro trabajo.
También, es posible que estas sensaciones permanezcan un largo periodo de tiempo, más de dos semanas. ¡En ambos casos te podemos ayudar en terapia!
