Cuanto más doy menos recibo……A veces nos involucramos en relaciones de amistad, de pareja o de cualquier otra índole en las que no terminamos de sentirnos cómodos. Podemos percibir que damos más de lo que recibimos y que priorizamos el bienestar del otro antes que el nuestro.
Son muchas las causas que pueden llevarnos a esta situación, pero algunos indicadores para detectarla son:
Nuestros límites están poco claros o bien poco establecidos. Esto puede ir ligado a una dificultad para expresarlos o para que la otra persona los acepte.
Solemos experimentar culpa si anteponemos nuestras propias necesidades.
A menudo relativizamos el comportamiento de la otra persona o lo justificamos.
Con frecuencia, sentimos miedo ante la posibilidad de “perder” a esa persona.
En ocasiones, nuestro estado de ánimo, depende en exceso de la otra persona.
No disponemos de muchos espacios para nuestro autocuidado y bienestar.
¿Cuáles son los costes que ello puede comportarnos?
Baja autoestima: si no nos dedicamos un espacio para contemplar nuestras necesidades y cuidarnos, el mensaje inconsciente que recibimos suele ser: “no soy lo suficientemente importante”, por lo que, a largo plazo, esto puede derivar en una baja autoestima.
Dependencia emocional y pérdida de calidad en nuestras relaciones: si colocamos nuestro foco en el otro en lugar de repartirlo entre todas las áreas de nuestra vida de relevancia para nuestro bienestar emocional, podemos terminar generando dependencia emocional hacia esta persona. Además, esta situación nos genera malestar y nos aleja del tipo de relaciones que realmente nos gustaría mantener.
Estado de ánimo negativo y/o ansiedad: pueden aparecer síntomas que nos “avisan” de que algo no va bien.
Si sientes que éste es tu caso, en terapia podemos ayudarte a explorar las causas que te han llevado a mantener este tipo de relación y qué factores te mantienen en ella, así como a proporcionarte recursos para gestionar la situación y a establecer relaciones que te hagan sentir bien.
