¿Te has parado alguna vez a pensar como es tu ansiedad y la relación que tienes con la comida?
La comida es una fuente de satisfacción inmediata. Comer es un placer, que además está socialmente aceptado y potenciado. Vivimos en una sociedad con muy mala educación alimentaria y que, en general, fomenta una relación toxica con la comida. Des de niños aprendemos a asociar la comida a momentos de celebración o de tristeza, así como a valorar la talla que tenemos para permitirnos o no ciertos alimentos.
De este modo se fomenta una relación emocional con la comida en la que aprendemos a comer, no en función de nuestras sensaciones digestivas de hambre y saciedad; sino en función de si hay comida disponible, si estoy más feliz o más aburrida, si hemos tenido un buen o mal dia, si nos hemos portado bien o no, si he subido o bajado de peso, etc.
Normalmente no somos demasiado conscientes de ello hasta que nos planteamos como objetivo entrar en el mundo de las dietas o perder peso, que empezamos a notar mayor ansiedad por comer y sentimientos de frustración o culpa.
En este punto es importante saber que el exceso de información disponible actualmente acerca de diferentes tipos de dietas, así como pasar de dieta en dieta con el único fin de controlar el peso, puede potenciar aún más esa mala relación con la alimentación y, por consecuencia con uno mismo. Lo más importante en este sentido es tomar conciencia de que relación tengo con la comida, que tipo de hábito alimenticio tengo y valorar que aspectos son importanes trabajar.
¿Cómo saber si tengo una mala relación con la comida?
Aspectos a tener en cuenta para saber si la tengo una relación toxica con la comida son:
- Comes sin hambre por algún estado emocional (estrés, aburrimiento, enfado, tristeza…). Este ingesta puede ser más o menos compulsiva y puede presentarse en forma de atracón o de picoteo. También puede ocurrir que las emociones provoquen restricción alimentaria (dejar de comer).
Utilizas la comida como vía de escape.
Si hay comida delante no puedes evitar comerla (o tienes que controlarte mucho).
Te sientes culpable cuando comes ciertos tipos de alimentos.
Controlas tu peso o talla para saber si puedes o no comer ciertos tipos de alimentos.
Cuentas y controlas las calorias que comes.
Piensas en comida o en tu peso constantemente
Te encuentras intentando una dieta tras otra sin éxito.
Comes de forma diferente en privado que delante de otras personas.
Si te sientes identificada/o y crees que necesitas ayuda para gestionar tu relación con la comida, en nuestro centro de Psicología estamos especializados en gestión emocional, crecimiento personal y psiconutrición.
¡El cuidado de hoy, es salud para mañana!
